Crimea

Alguna vez el mayor centro de intercambio y comercio del continente, en el que laguz y humanos podían transitar con libertad. Ya que la gran invasión emergida que exterminó Crimea sucedió en plena temporada, el sitio ha quedado destruido con sus decoraciones de festival puestas, dejando una atmósfera penosa y lúgubre.

La ciudad capital de Crimea, tras cuyos muros se atrinchera una enorme cantidad de emergidos, manteniendo un control absoluto y cada vez más impenetrable entre más cerca al castillo. Utilizada sólo como base militar de las criaturas, las viviendas de las que han huido todos los habitantes permanecen vacías.

Algunos más ocultos que otros, algunos más grandes o más pequeños, conectados por caminos de tierra. La gran mayoría han sido quemados hasta los cimientos, pero de tanto en tanto puede hallarse alguno que valientemente intenta proseguir con sus actividades y mantener su medio de supervivencia.

A lo largo de la frontera de Crimea yacen variados fuertes, antes el medio de defensa del reino contra los emergidos. Ahora, la mayoría se hayan ocupados por los mismos, con tan sólo el gran amurallado Mugill conteniendo a los pocos refugiados y guerreros que aún viven, a duras penas resistiéndose.